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Prácticas esenciales para la enseñanza de la lectoescritura
Prácticas esenciales para la enseñanza de la lectoescritura. Con el interés de proveer a los maestros un recurso enfocado en las mejores prácticas y acercamientos hacia la lectoescritura, la Fundación Flamboyán estableció una colaboración con Paola Andrea Guerrero Rosada y la Dra. Nell K. Duke de la Universidad de Michigan, para desarrollar un documento que presente y describa cómo se ve la enseñanza efectiva de la lectura y la escritura en español en los grados Kindergarten a tercero (K-3).
El propósito central de las Prácticas esenciales de lectoescritura para Puerto Rico es establecer una visión de las prácticas didácticas recomendadas a nivel de escuela y aula responsivas a nuestro contexto, que sirva de referencia a agencias y organizaciones para desarrollar política pública con el fin de mejorar los resultados educativos en el área de lectoescritura de los estudiantes de escuela pública. Esto conforme a lo que debe ocurrir diariamente en los salones de clases para desarrollar lectores y escritores proficientes al concluir el tercer grado.
Este conjunto de prácticas esenciales para el nivel primario en Puerto Rico, han sido seleccionadas mediante un proceso colaborativo entre investigadores y profesionales con experiencia pedagógica en Latinoamérica y el Caribe, a partir de evidencia meta-analítica o sistemática publicada en los últimos diez años.
Este recurso está estructurado en cuatro partes. La primera sección presenta los procesos que permiten recopilar información significativa de la niñez. La segunda sección se enfoca en la escuela y el salón de clases. Esta contiene las prácticas que requieren apalancarse en el contexto escolar para que los maestros puedan transformar sus interacciones pedagógicas. Las prácticas antes mencionadas pueden implementarse en colaboración con las familias y comunidades para que los niños encuentren el apoyo adecuado en su contexto inmediato. Finalmente, la última sección o apéndice contiene ejemplos de cómo se ven las prácticas según un modelo de liberación gradual de la responsabilidad. Este modelo demuestra cómo los maestros organizan sus actividades para cada nueva habilidad que introducen, con el propósito de ofrecer mayor apoyo en las fases iniciales hasta otorgar gradualmente mayor autonomía a los niños.